Precalienta tu horno a 180°C (350°F) y engrasa un molde apto para horno.
Vierte una cucharada de aceite en un sartén; cuando esté bien caliente sofríe la cebolla y los dientes de ajo machacados. Cocina por 5 minutos hasta que la cebolla luzca translucida, inmediatamente añade la zanahoria rallada y el pimiento, continua cocinando por 5 minutos más y apaga.
En un tazón grande, combina la pechuga de pollo molida, el pan rallado, los vegetales sofritos, el orégano, la sal, la pimienta, y la salsa inglesa.
Mezcla todos los ingredientes hasta que estén bien combinados y obtengas una masa homogénea.
Coloca la mezcla en el molde previamente engrasado y presiónala firmemente para que quede compacta. Mezcla la salsa de tomate con la dos cucharadas de aceite restantes y barniza el pastel de pollo. Cubre con papel aluminio.
A los 20 minutos, retira del horno y barniza nuevamente. Hornea durante 45 minutos o hasta que el pastel de pollo esté dorado en la superficie y completamente cocido en el interior. Los últimos 10 minutos hornea sin el papel aluminio para que se dore.
Una vez que esté listo, retira el pastel de pollo del horno y déjalo reposar durante unos minutos antes de cortarlo en porciones.